LAS QUEJAS DE JESÚS

LAS QUEJAS DE JESÚS
Jesus es el camino

viernes, 24 de junio de 2011

RESTAURANTE LA DELICIA

TE ESPERAMOS EN NUESTRO RESTAURANTE DONDE CONSIDERAMOS A NUESTROS CLIENTES COMO INVITADOS DE NUESTRA FAMILIA LA DELICIA RESTAURANTE.

Información
LA DELICIA es un restaurante moderno que ofrece cocina Nacional e Internacional.
El precio medio de un plato principal en el restaurante LA DELIIA es de 8 Dolares. El precio medio de una comida o cena de 3 platos con bebidas en el restaurante LA DELICIA es de 12 Dolares.
 
Uno de los grandes atractivos de este restaurante ubicado en el centro de la ciudad de Ambato es su característica decoración: color grana y oro combinado con filigranas con motivos florales y étnicos en las paredes, techos altos con grandes tuberías a la vista, suelos de madera y formas modernas con reminiscencias Ecuatoriana. Una mezcla perfecta de modernidad y clasicismo. Su amplio comedor tiene capacidad para 280 comensales en la sala y aproximadamente 250 en la terraza privada, una de las más agradables y atractivas de Ambato, dada su situación y su decoración, ya que dispone de dos zonas: una decorada con sillas y mesas de teka y otra con sofás y mesas bajas con velas y lámparas que dan un ambiente íntimo al local e invitan a tomar una copa tranquila en las calurosas noches de verano. En cuanto a la carta: ensaladas frescas, exquisitas y finísimas pizzas, pasta fresca, buen aceite de oliva....deliciosas las carnes a la brasa y el Confit de pato. Los postres, caseros son una agradable sorpresa para el paladar.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Hace menos de un mes que he comenzado caminar en los caminos del Señor, y siento que es la mejor decisión que he hecho en mis 22 años de vida. No puedo evitar decirlo... pero me he enamorado de Él y aunque es mucho lo que me falta por aprender, él me ha liberado y sanado las heridas de mi corazón, me ha llenado de su luz y de su AMOR...
Dios llegó para poner orden a mi vida para perdonarme y enseñarme a perdonar. Sé que Él ha estado esperando hasta que yo me arrepintiera y le diera el poder legal para entrar en mi vida.
Desde muy joven comencé a experimentar atracción por el ocultismo, la brujería y todo lo relacionado con el tema, creo que a mis 14 años parecía una fiel copia de Lily Monster, lucia un cabello negro azabache y todo el tiempo me vestía de ese mismo color, en mis uñas colocaba signos como el yin y el yan o sino me las pintaba de negro, maquillaje oscuro ocultaba mi juventud y mi verdadera personalidad, creo que quería asustar pero la asustada era yo, la rebeldía que asumía como una pose me hizo líder entre otros muchachos de mi edad, aunque pocos sabían que en casa era dulce con mi madre y sumisa y atemorizada por mi padre que durante muchos años nos maltrato física, verbal y emocionalmente a mi madre y a mis 4 hermanas...
pero lo que comenzó como un disfraz o un medio de defensa, fue tomando forma, cobrando vida... estaba en una etapa de búsqueda, de querer respuestas, así llegó a mis manos una tarde LA TABLA UIJA, un amigo mayor la trajo y nos enseñó como manejarla, me deslumbró el poderme contactar con espíritus, así que no me tomó mucho tiempo convertirme en la líder... quien los invocaría y dirigiría de ahí en adelante cada sesión de espiritismo, repetíamos rezos que Kolas (el amigo que nos introdujo en la práctica) nos enseñó, pasábamos largas horas hablando con espíritus, preguntándoles sobre la muerte, sobre su paso por la tierra', por nuestro futuro o por cosas tan tontas o tan triviales como quien le gustaba a quien...
Mis amigos me veían como una eminencia en el tema, así que no era raro que tuviera diferentes grupos de espiritismo pues mis compañeros de colegio querían que les enseñara, y amigos del vecindario también y mis primos lógicamente... también, eso es como una droga que no se puede parar y cada vez va exigiendo más niveles de conocimiento y de igual forma los inquietos aprendices quieren saber más así que comencé a aprender sobre brujería, y eso lo revolvía con metafísica y cuanta charlatanería se me pusiera en frente de mis ojos, comencé a "dizque" leerle las cartas a mis amigos y a creerme con poderes especiales "de la mente".
Tengo que reconocer que aunque hacia la tabla uija en el fondo no creía que allí estuviera la presencia de un verdadero espíritu, hasta que un día en medio de una de esas sesiones (que estaba dirigiendo kolas) un espíritu que se hacia llamar Paula. Nos dijo que le gustaba mucho la luz de nosotros y que la quería, en ese cuarto estabamos 3 niñas y kolas, él por supuesto le dijo que no podía desear eso y le preguntó que qué podía él hacer para que ella no deseara eso... entonces ella le dijo: "ora por mí". Kolas comenzó a rezar un Padre Nuestro en voz alta, mientras el resto permanecíamos en silencio, pero yo sin hacer ningún ademan o algo parecido comencé a orar en mi mente por ese espíritu, que por cierto tenia mi mismo nombre Paula. Cuando yo terminé de orar la moneda comenzó a moverse y dejo escrito este mensaje "Gracias Paula Oraste por mí". Se me pusieron los pelos de punta porque nadie en el salón sabía lo que estaba pasando por mi cabeza. De allí supe que eso era serio... pero ya era demasiado tarde. Ya me había puesto cadenas yo misma. y lo que vendría en adelante era inevitable...
Comencé a ser presa de un miedo terrible. Yo mas bien lo definiría como horror, me sentía perseguida todo el tiempo, no tenia paz, para ir al baño mi madre tenia que estar parada en la puerta... (obviamente sin mirarme), en la noche me pasmaba presa de un miedo terrible, no podía caminar por calles oscuras sin sentir que alguien estaba detrás de mi, me la pasaba corriéndole a mis miedos que luego se convirtieron en tormento, lloraba sin sentido, por cualquier cosa y se fue desarrollando una agresividad en mi que me asustaba, viví episodios como ver mover un cuadro con mi foto en varias ocasiones pero nadie me creyó en ese entonces, viví muchos años temiendo, escondiendomele a la oscuridad, y aunque al ir creciendo y madurando deje todas esas prácticas, ese pasado me perseguía y Seguía ACOSÁNDOME.
Vine a vivir a los Estados Unidos hace 3 años y hasta aquí llegó mi persecución... pero también el final estaba por llegar. Vine a los 19 años y vine a vivir con mi novio aunque ya estamos casados, y los miedos comenzaron a afectarnos, él no podía creer que esa mujer fuerte que conocía estuviera presa del miedo, si quería ir al baño a media noche (esas cosas suceden) lo tenia que levantar para que me acompañara, muchas veces mi esposo estaba en el cuarto y yo irrumpía corriendo con las pupilas dilatadas del pánico que traía y el se alarmaba pensando que algo grave estaba sucediendo y al saber que eran mis "habituales" miedos rompía en ira. Mi agresividad me llevaba a gritarle insultos aunque luego me tocara que lidiar con mi culpabilidad.
El miedo se convirtió en algo tan insoportable que ya ni podía dormir, porque en las madrugadas venían pesadillas y casi todas las mañanas después de que mi esposo salía de casa, yo entre dormía sentía que alguien estaba abriendo la puerta de la casa, entraba, caminaba por la cocina y luego se acercaba a mi cama, cuando yo iba decir el nombre de mi esposo pensando que era él, sobrevenía la opresión, no podía gritar ni moverme, eso se convirtió en pan de todos los días en mi vida. Un día por sugerencia de mi suegra me aconsejo que tratara de abrir los ojos para verle la cara, y así lo hice. Esa mañana que vino la pesadilla, trate de abrir los ojos para ver de quien se trataba ese era mi pensamiento, y como si escuchara mis pensamientos se echo a reír, la cosa... por primera vez lo escuche, era un hombre y se reía a carcajadas... yo comencé una lucha por mencionar la palabra Dios... y cuando al fin la pude decir y comencé a orar... eso se alejo...
Estuve buscando muchas iglesia cristianas con la cual identificarme... pero creía que eran muy fanáticos (en mi ignorancia) pero un día llegue al Rey Jesús, aquí en Miami y allí comenzó mi viaje de regreso hacía el Señor, el primer día que recibí a Jesús caí al suelo, eso me asusto porque yo pensaba que eso lo hacían los fanáticos... pero llore tanto... y con tanto dolor... que sentí mas paz, decidí no volver porque pense que eso no era normal, hable con una hermanita mía y ella me dijo que Dios estaba arrancando todas las cosas malas dentro de mi...que tal vez por eso me había caído.
Decidí volver...y esa noche el Pastor al finalizar el servicio dijo que Dios le estaba haciendo un llamado, que allí había una mujer. -(pero yo estaba sintiendo la respiración agitada y como tambaleos en ese instante) que tenia mucho MIEDO, que era prisionera de ese miedo, que estaba atormentada... que ese miedo venia de juegos de brujería de la tabla uija... para ese entonces yo estaba sintiendo electricidad por todo mi cuerpo, era algo que corría y quemaba, estaba por todo mi cuerpo mis manos y uñas estaban moradas... cuando el Pastor pide que por favor la mujer pasara adelante para liberarla no me pude levantar de mi silla... mis piernas no respondieron, pero allá, en mi silla, entre la multitud... el Señor me LIBERÓ, ahora hay paz, perdón y autoridad en mi vida, no tengo miedo... y tengo el más grande amor. El de DIOS...
Le pedí perdón a Él porque sé que lo ofendí y ese dolor lo sentí muy fuerte ese día en la iglesia, este testimonio es REAL, es una lastima que los seres humanos en medio de esa búsqueda que no es mas que encontrar el rostro de Dios... nos perdamos en prácticas destructivas como esta, o en el alcohol, drogas, prostitución y muchas otras cosas mas, cuando Él esta hay y llena de una forma real nuestra existencia.
También es una pena que el ocultismo, nueva era y todos esas cosas tengan tanta acogida entre las personas, que se promuevan en los medios de comunicación y que incluso sean prácticas arraigadas en nuestras culturas, es terrible ver como las personas creen mas en un horóscopo que en la Biblia, y que sean incapaces de orar por lo menos 30 minuticos, pero si se puedan pasar 1 hora con una bruja para saber que le depara el destino.
Esto es real y la condena es real, si después de leer esto decides seguir consultando brujos leyendo cartas, "jugando" con la tabla uija, o poniendo toda tu fe en el horóscopo debes saber que esto te ata y que esas cadenas son muy pesada, que tallan, te sacan cicatrices y te ahogan, te lo dice alguien se acaba de ser liberada...
DIOS TE AMO. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Paula Andrea Vergel

TESTIMONIO

Hace menos de un mes que he comenzado caminar en los caminos del Señor, y siento que es la mejor decisión que he hecho en mis 22 años de vida. No puedo evitar decirlo... pero me he enamorado de Él y aunque es mucho lo que me falta por aprender, él me ha liberado y sanado las heridas de mi corazón, me ha llenado de su luz y de su AMOR...
Dios llegó para poner orden a mi vida para perdonarme y enseñarme a perdonar. Sé que Él ha estado esperando hasta que yo me arrepintiera y le diera el poder legal para entrar en mi vida.
Desde muy joven comencé a experimentar atracción por el ocultismo, la brujería y todo lo relacionado con el tema, creo que a mis 14 años parecía una fiel copia de Lily Monster, lucia un cabello negro azabache y todo el tiempo me vestía de ese mismo color, en mis uñas colocaba signos como el yin y el yan o sino me las pintaba de negro, maquillaje oscuro ocultaba mi juventud y mi verdadera personalidad, creo que quería asustar pero la asustada era yo, la rebeldía que asumía como una pose me hizo líder entre otros muchachos de mi edad, aunque pocos sabían que en casa era dulce con mi madre y sumisa y atemorizada por mi padre que durante muchos años nos maltrato física, verbal y emocionalmente a mi madre y a mis 4 hermanas...
pero lo que comenzó como un disfraz o un medio de defensa, fue tomando forma, cobrando vida... estaba en una etapa de búsqueda, de querer respuestas, así llegó a mis manos una tarde LA TABLA UIJA, un amigo mayor la trajo y nos enseñó como manejarla, me deslumbró el poderme contactar con espíritus, así que no me tomó mucho tiempo convertirme en la líder... quien los invocaría y dirigiría de ahí en adelante cada sesión de espiritismo, repetíamos rezos que Kolas (el amigo que nos introdujo en la práctica) nos enseñó, pasábamos largas horas hablando con espíritus, preguntándoles sobre la muerte, sobre su paso por la tierra', por nuestro futuro o por cosas tan tontas o tan triviales como quien le gustaba a quien...
Mis amigos me veían como una eminencia en el tema, así que no era raro que tuviera diferentes grupos de espiritismo pues mis compañeros de colegio querían que les enseñara, y amigos del vecindario también y mis primos lógicamente... también, eso es como una droga que no se puede parar y cada vez va exigiendo más niveles de conocimiento y de igual forma los inquietos aprendices quieren saber más así que comencé a aprender sobre brujería, y eso lo revolvía con metafísica y cuanta charlatanería se me pusiera en frente de mis ojos, comencé a "dizque" leerle las cartas a mis amigos y a creerme con poderes especiales "de la mente".
Tengo que reconocer que aunque hacia la tabla uija en el fondo no creía que allí estuviera la presencia de un verdadero espíritu, hasta que un día en medio de una de esas sesiones (que estaba dirigiendo kolas) un espíritu que se hacia llamar Paula. Nos dijo que le gustaba mucho la luz de nosotros y que la quería, en ese cuarto estabamos 3 niñas y kolas, él por supuesto le dijo que no podía desear eso y le preguntó que qué podía él hacer para que ella no deseara eso... entonces ella le dijo: "ora por mí". Kolas comenzó a rezar un Padre Nuestro en voz alta, mientras el resto permanecíamos en silencio, pero yo sin hacer ningún ademan o algo parecido comencé a orar en mi mente por ese espíritu, que por cierto tenia mi mismo nombre Paula. Cuando yo terminé de orar la moneda comenzó a moverse y dejo escrito este mensaje "Gracias Paula Oraste por mí". Se me pusieron los pelos de punta porque nadie en el salón sabía lo que estaba pasando por mi cabeza. De allí supe que eso era serio... pero ya era demasiado tarde. Ya me había puesto cadenas yo misma. y lo que vendría en adelante era inevitable...
Comencé a ser presa de un miedo terrible. Yo mas bien lo definiría como horror, me sentía perseguida todo el tiempo, no tenia paz, para ir al baño mi madre tenia que estar parada en la puerta... (obviamente sin mirarme), en la noche me pasmaba presa de un miedo terrible, no podía caminar por calles oscuras sin sentir que alguien estaba detrás de mi, me la pasaba corriéndole a mis miedos que luego se convirtieron en tormento, lloraba sin sentido, por cualquier cosa y se fue desarrollando una agresividad en mi que me asustaba, viví episodios como ver mover un cuadro con mi foto en varias ocasiones pero nadie me creyó en ese entonces, viví muchos años temiendo, escondiendomele a la oscuridad, y aunque al ir creciendo y madurando deje todas esas prácticas, ese pasado me perseguía y Seguía ACOSÁNDOME.
Vine a vivir a los Estados Unidos hace 3 años y hasta aquí llegó mi persecución... pero también el final estaba por llegar. Vine a los 19 años y vine a vivir con mi novio aunque ya estamos casados, y los miedos comenzaron a afectarnos, él no podía creer que esa mujer fuerte que conocía estuviera presa del miedo, si quería ir al baño a media noche (esas cosas suceden) lo tenia que levantar para que me acompañara, muchas veces mi esposo estaba en el cuarto y yo irrumpía corriendo con las pupilas dilatadas del pánico que traía y el se alarmaba pensando que algo grave estaba sucediendo y al saber que eran mis "habituales" miedos rompía en ira. Mi agresividad me llevaba a gritarle insultos aunque luego me tocara que lidiar con mi culpabilidad.
El miedo se convirtió en algo tan insoportable que ya ni podía dormir, porque en las madrugadas venían pesadillas y casi todas las mañanas después de que mi esposo salía de casa, yo entre dormía sentía que alguien estaba abriendo la puerta de la casa, entraba, caminaba por la cocina y luego se acercaba a mi cama, cuando yo iba decir el nombre de mi esposo pensando que era él, sobrevenía la opresión, no podía gritar ni moverme, eso se convirtió en pan de todos los días en mi vida. Un día por sugerencia de mi suegra me aconsejo que tratara de abrir los ojos para verle la cara, y así lo hice. Esa mañana que vino la pesadilla, trate de abrir los ojos para ver de quien se trataba ese era mi pensamiento, y como si escuchara mis pensamientos se echo a reír, la cosa... por primera vez lo escuche, era un hombre y se reía a carcajadas... yo comencé una lucha por mencionar la palabra Dios... y cuando al fin la pude decir y comencé a orar... eso se alejo...
Estuve buscando muchas iglesia cristianas con la cual identificarme... pero creía que eran muy fanáticos (en mi ignorancia) pero un día llegue al Rey Jesús, aquí en Miami y allí comenzó mi viaje de regreso hacía el Señor, el primer día que recibí a Jesús caí al suelo, eso me asusto porque yo pensaba que eso lo hacían los fanáticos... pero llore tanto... y con tanto dolor... que sentí mas paz, decidí no volver porque pense que eso no era normal, hable con una hermanita mía y ella me dijo que Dios estaba arrancando todas las cosas malas dentro de mi...que tal vez por eso me había caído.
Decidí volver...y esa noche el Pastor al finalizar el servicio dijo que Dios le estaba haciendo un llamado, que allí había una mujer. -(pero yo estaba sintiendo la respiración agitada y como tambaleos en ese instante) que tenia mucho MIEDO, que era prisionera de ese miedo, que estaba atormentada... que ese miedo venia de juegos de brujería de la tabla uija... para ese entonces yo estaba sintiendo electricidad por todo mi cuerpo, era algo que corría y quemaba, estaba por todo mi cuerpo mis manos y uñas estaban moradas... cuando el Pastor pide que por favor la mujer pasara adelante para liberarla no me pude levantar de mi silla... mis piernas no respondieron, pero allá, en mi silla, entre la multitud... el Señor me LIBERÓ, ahora hay paz, perdón y autoridad en mi vida, no tengo miedo... y tengo el más grande amor. El de DIOS...
Le pedí perdón a Él porque sé que lo ofendí y ese dolor lo sentí muy fuerte ese día en la iglesia, este testimonio es REAL, es una lastima que los seres humanos en medio de esa búsqueda que no es mas que encontrar el rostro de Dios... nos perdamos en prácticas destructivas como esta, o en el alcohol, drogas, prostitución y muchas otras cosas mas, cuando Él esta hay y llena de una forma real nuestra existencia.
También es una pena que el ocultismo, nueva era y todos esas cosas tengan tanta acogida entre las personas, que se promuevan en los medios de comunicación y que incluso sean prácticas arraigadas en nuestras culturas, es terrible ver como las personas creen mas en un horóscopo que en la Biblia, y que sean incapaces de orar por lo menos 30 minuticos, pero si se puedan pasar 1 hora con una bruja para saber que le depara el destino.
Esto es real y la condena es real, si después de leer esto decides seguir consultando brujos leyendo cartas, "jugando" con la tabla uija, o poniendo toda tu fe en el horóscopo debes saber que esto te ata y que esas cadenas son muy pesada, que tallan, te sacan cicatrices y te ahogan, te lo dice alguien se acaba de ser liberada...
DIOS TE AMO. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Paula Andrea Vergel

martes, 15 de febrero de 2011

LOS DONES DEL ESPIRITU SANTO

I. Generalidades
1. Los dones del Espíritu Santo pertenecen también a lo que el
Catecismo Romano llama "noble séquito" de la gracia santificante.
Son regalo de Dios trino. La razón de que, a pesar de todo, se
llaman dones del Espíritu Santo es que el Espíritu Santo mismo es el
regalo del Padre y del Hijo al hombre que está en gracia, y tiene, por
tanto, una relación especial con los dones aquí mentados.
Todo regalo es signo de amor. Al dar un regalo, el amor del
donante se dirige a quien lo recibe, que al recibirlo acepta y acoge el
amor de quien regala. El regalo sustituye a quien lo hace; en el
regalo, uno se regala a sí mismo.
Cuando el Padre y el Hijo regalan el Espíritu Santo, Dios trino
mismo se regala al hombre que está en gracia. Recordemos que el
Espíritu Santo es el amor personal y personificado; Padre e Hijo, al
enviar el Espíritu, regalan el amor personal que los une. El Espíritu
Santo, a diferencia de los regalos humanos y terrenos, no es sólo
signo y símbolo del amor, sino que es el amor mismo, el amor
personificado. El Espíritu Santo es, por tanto, regalo del Padre y del
Hijo al hombre que está en gracia, porque es el amor insuflado en él
por el Padre y el Hijo.
El regalo del Espíritu Santo se divide y especifica, por así decirlo,
en los siete dones. No debemos entender este proceso al modo
panteísta. El desarrollo del único don total en sus dones parciales
debe entenderse como realización de un gran regalo en regalos
individuales. Los siete dones son como rayos de un mismo sol.

2. Los siete dones del Espíritu Santo han sido explicados por los
teólogos de varias maneras. Según la opinión de Santo Tomás,
aceptada hoy por la mayoría de los teólogos, los dones del Espíritu
Santo son hábitos que capacitan al hombre para seguir, rápida y
fácilmente, las iluminaciones e inspiraciones divinas.
Por su origen divino y por su carácter esencial condicionado por su
origen, está el hombre siempre abierto a Dios (potentia
obedientialis), pero puede oponer resistencia a la acción divina. Los
dones del Espíritu Santo quebrantan esa resistencia a Dios fundada
en el orgullo del hombre; causan tal afinidad con Dios y tal prontitud
de corazón, que la acción de Dios deja de ser sentida como algo
extraño y peligroso y empieza a sentirse como algo dichoso e íntimo,
que la voluntad humana acepta con gusto y alegría. Los siete dones
del Espíritu conceden una fina sensibilidad para lo divino, un fino
oído para la voz de Dios y un sensible tacto para la mano divina que
nos coge y quiere llevarnos.
Quien está pertrechado de los dones del Espíritu, es capaz de
cumplir sin resistencia la acción divina. Su propia conducta orgullosa
pasa a segundo término; es impulsado por el Espíritu Santo y no por
su voluntad soberana y egoísta.
Santo Tomás dice que los siete dones crean en el hombre un
estado en el que bene agitur a Spiritu Sancto, mientras que las
virtudes infusas crean un estado en el que obramos bien (bene
agimus) nosotros mismos. Esta distinción no debe interpretarse en
el sentido de que los dones nos capacitan para una conducta
puramente pasiva y las virtudes para una conducta puramente
activa; toda conducta humana es a la vez activa y pasiva, porque en
toda acción humana Dios obra como agente principal. La actividad
humana es obrada por Dios; Dios obra en el mundo por medio de la
actividad de los hombres.
DONES/VIRTUDES La distinción entre
virtudes y dones consiste, por tanto, en que las virtudes no ahorran
al hombre ni la reflexión ni los esfuerzos que exige la decisión de
aceptar la acción divina en la voluntad humana, mientras que los
dones conceden al hombre facilidad y alegría para aceptar la
influencia divina en el obrar humano, aunque el hombre se cargue
así de dolores y trabajos. Ocurre, por ejemplo, que el hombre está
en una situación difícil en que se le exigen dos deberes, al parecer
opuestos; vacila y no se atreve a obrar ni a dar respuesta a la
cuestión, busca una salida; entonces la inspiración del don de
consejo le permite encontrar rápidamente la respuesta justa o la
acción apropiada.
Los dones del Espíritu Santo, al prestar al hombre una elevada
afinidad con Dios, le capacitan para obedecer, rápida y
voluntariamente, las iniciativas divinas, incluso en acciones difíciles y
heroicas.
La fuerte acentuación de la actividad de Dios en toda acción
humana no significa la aminoración de la actividad del hombre; la
acción humana fundada en Dios, que es la acción personal y
personificada, participa en la movilidad de la actividad divina y logra
así una vida, que la criatura no puede tener de por sí. Claro que esta
actividad de Dios no debe confundirse con el ejercicio externo; existe
también en la concentración trabajosa de todas las fuerzas, que
ocurre en la intimidad y silencio, por ejemplo, en la contemplación
mística. El cielo representa la suma actividad de Dios. Podemos decir
que el máximum de actividad divina requiere un máximum de
actividad humana.

3. Por lo que se refiere a la realidad y a la naturaleza de los siete
dones, hay que decir que los Santos Padres están de acuerdo en
admitir su existencia, discrepando, en cambio, sobre el número y
naturaleza. La creencia de que son siete los dones, formóse a lo
largo de la Edad Media.
El afirmar que sean siete los dones del Espíritu se funda en ls. 11,
2, en donde se habla de que sobre el Mesías futuro descansará el
Espíritu: "Sobre el que reposará el espíritu de Yavé, espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu
de entendimiento y de amor de Yavé" (Vulgata; en el texto original
falta el don de piedad). Como Cristo posee todas las riquezas
sobrenaturales del Espíritu en cuanto cabeza de la Humanidad -por
tanto, no para sí, sino para nosotros-, y como el Espíritu Santo, que
santifica la naturaleza humana de Cristo, santifica también al hombre
justificado, puede suponerse que los dones del Espíritu concedidos a
Cristo son también regalados por el Espíritu Santo al justo, tanto más
cuanto que la Escritura atestigua que Cristo concederá la plenitud de
la nueva vida a quienes crean en El (lo. 10, 10; Col. 2, 9-12).
La Iglesia confiesa también en la Liturgia su fe en los siete dones
del Espíritu Santo. Cfr. los himnos Veni Sancte Spiritus y Veni
Creator Spiritus.

Il. Los dones en particular
4. Se acostumbra a dividir los dones en dones del entendimiento y
dones de la voluntad; eso no supone que los unos estén separados
de los otros; tampoco lo están el entendimiento y la voluntad. Quien
obra siempre es todo el hombre sobrenaturalmente transformado y
unas veces predomina la razón iluminada por Dios y otras la voluntad
inflamada por El. Siempre actúan todos los dones, pero el acento
recae sobre alguno en concreto. Lo que distinguimos
cuidadosamente en nuestros conceptos, para facilitar la comprensión
y el estudio, está en la realidad unido.
Los cuatro dones del entendimiento son: don de entendimiento,
don de sabiduría, don de ciencia y don de consejo.

a) Entendemos por don de entendimiento la disposición creada por
Dios e infundida en el hombre que está en gracia para oír, entender
y captar, clara y profundamente, la Revelación sobrenatural. Da,
pues, conocimiento del misterio de nuestra salvación (cfr. Eph. 1, 18;
3, 4). A él alude San Pablo en la segunda Epístola a los Corintios: "Si
nuestro evangelio queda encubierto, es para los infieles, que van a
la perdición, cuya inteligencia cerró el dios de este mundo, para que
no brille en ellos la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, que es
imagen de Dios. Pues no nos predicamos a nosotros mismos, sino a
Cristo Jesús, Señor, y cuanto a nosotros, nos predicamos siervos
vuestros por amor de Jesús. Porque Dios, que dijo: "Brille la luz del
seno de las tinieblas", es el que ha hecho brillar la luz en nuestros
corazones, para que demos a conocer la ciencia de la gloria de Dios
en el rostro de Cristo" (Il Cor. 4, 3-6).

b) El don de sabiduría es el más comentado y testificado en la
Escritura. San Pablo contrapone la sabiduría mundana -la sabiduría
de los filósofos que buscan conocimientos de lo terrestre y celeste- a
la sabiduría misteriosa de Dios aparecida en Cristo (I Cor. 1-3); nos
es revelada por el Espíritu. El Espíritu nos da parte en la sabiduría
de Dios de forma que somos capaces de reconocer como sabiduría
la sabiduría de Dios. Mediante esa participación en la sabiduría de
Dios, que nos concede el Espíritu Santo, somos capacitados para
entender correctamente a Cristo y la Escritura (I Cor. 2, 10; 2 Cor. 3,
4-18). La sabiduría de Dios, revelada en el Espíritu Santo y que nos
llena no sólo nos ilumina, sino que nos mueve hacia Dios. Nos es
concedida en el Bautismo, pero al perfeccionarse la Caridad, crece
también la comprensión de la sabiduría divina, que se nos revela en
los misterios de la salvación.
Sobre estos testimonios revelados construye Santo Tomás su
explicación del don de la sabiduría; capacita a los hombres para
entender y valorar todas las cosas desde Dios y para amar la
realidad como Dios la ama, sin esfuerzo y a consecuencia de una
viva confianza en Dios. Dice en la Suma Teológica: "Lo que sea de la
virtud de la castidad, lo juzga quien sea conocedor de la ciencia
moral, basado en un estudio racional. Al mismo juicio llega por una
cierta naturalidad el que posee la virtud de la pureza. Así, es propio
también de la virtud intelectual de la sabiduría juzgar recta y
racionalmente de las cosas divinas y lo mismo corresponde, por
razón de una cierta naturalidad, a la sabiduría como don del Espíritu
Santo."
La auténtica ciencia se convierte así en sabiduría: la ciencia
teológica, sobre todo, es sabiduría (Eph. 1, 17).
EI don de sabiduría es el fundamento de la contemplación mística.
La sabiduría se funda en el amor y desemboca en el amor, no es
sólo un proceso intelectual, sino que es amor y conocimiento, amor
contemplativo y contemplación amorosa. La contemplación en que se
realiza el don de la sabiduría no es visión inmediata de Dios en esta
vida (prescindiendo del estado pasajero del éxtasis), sino un hacerse
conscientes de Dios, una experiencia de El.
La sabiduría de Dios, la valoración y estimación de las cosas con
los ojos de Dios parece locura al pensamiento intramundano,, y
viceversa: la sabiduría del mundo es locura a los ojos de Dios. El don
de la sabiduría capacita para reconocer como locura la sabiduría del
mundo y para reconocer como sabiduría verdadera la sabiduría de la
Cruz, que el mundo tiene por locura (I Cor. 1, 22-31).

c) El don de la ciencia nos capacita para ver las cosas en su
relación a Dios, de manera que tengamos la visión auténtica de ellas,
no despreciando su valor, pero reconociendo que Dios es su
fundamento y que todos los valores terrenos son limitados. Nos
preserva y libra de la explicación puramente intramundana del
cosmos y sus partes, concede también discernimiento para distinguir
lo que se debe creer de lo que no se debe creer, para ver la
diferencia entre los misterios de Dios que se nos manifiestan en la
Revelación y los misterios del mundo (por ejemplo, la diferencia entre
la doctrina cristiana de la Trinidad y los mitos no cristianos sobre el
mismo tema). Implica, por tanto, el don del discernimiento de
espíritus.

d) EL don de consejo nos capacita para oír la voz de Dios en las
situaciones difíciles de la vida, para encontrar la justa decisión,
pronunciar la palabra justa y obrar rectamente (Mt. 10, 19-20).

Los dones de la voluntad son tres: don de piedad, don de fortaleza
y don de temor de Dios.

e) El don de piedad nos capacita para amar y respetar a Dios
como padre, incluso en los dolores y tribulaciones. Es un misterio
inefable del amor divino, que podamos llamar padre a Dios; es el
misterio del amor que abarca todos los demás misterios. "Padre
nuestro..." Esta es la voz de la libertad y llena de confianza, dice el
Sacramental Gelasiano.
El don de piedad se ordena a que nos presentemos ante Dios con
actitud y sentimientos de hijos y a que no perdamos esa postura,
aunque Dios nos pruebe y nos envíe dolores. A la vez hace que
abarquemos con nuestro amor a nuestros prójimos, que veamos en
ellos hermanos y hermanas y que superemos rápidamente cualquier
aversión a nuestros semejantes.

f) El don de fortaleza es una elevación de la virtud moral de la
fortaleza y hace que el hombre se mantengas en las mayores
dificultades y horrores y que esté en último caso dispuesto a perecer
para conservar su estado de cristiano (martirio), siempre que no
haya otra posibilidad de conservar ese estado y no se pueda dar
otro testimonio de Cristo. Otro modo invisible, pero no menos real, de
fortaleza realiza el místico, que se entrega totalmente a la protección
de Dios y se ofrece voluntario a recorrer todos los caminos del dolor,
que el amor de Dios prepara al místico y que suelen ser llamados
purgatorio de la tierra. Santa Teresa de Jesús dice que la fortaleza
es una de las condiciones fundamentales de la perfección.

g) El don del temor de Dios capacita para vivir en actitud de
veneración, es decir, en la actitud del amor temeroso y del temor
amoroso a Dios. Lo que el hombre teme en este don no es tanto a
Dios, en quien ha puesto su esperanza, cuanto su propia debilidad.
La actitud de veneración ante Dios da también la justa postura ante
los hombres y cosas que Dios nos pone en nuestro camino. En todos
los hombres y cosas nos sale al paso el Dios del silencio.

5. En estrecha relación con los siete dones del Espíritu Santo
están las ocho bienaventuranzas y los frutos del Espíritu Santo, que
también son partes constitutivas de la vida divina.
Las ocho bienaventuranzas (Mt. 5, 3-12; Lc. 6, 20-26), los pobres
en eI Espíritu Santo, los que lloran y están tristes en el Espíritu
Santo, los que se someten a las tribulaciones de Dios, los que tienen
hambre de justicia, los misericordiosos, los rectos y sinceros, los
pacíficos, los perseguidos por amor a la justicia se explican como
actitudes ético-religiosas del hombre unido con Cristo -y a través de
El con Dios trino- y que, por tanto, tiene cualidades especiales. El
hombre defiende y conserva su estado de cristiano concentrando
todas sus fuerzas, y así se aumenta la seguridad de su actitud
cristiana perfecta. Tales modos de conducta sólo son posibles desde
la nueva situación creada por Cristo. El hombre no incorporado a
Cristo, el hombre no transformado jamás podrá entender las
actitudes mentadas en las bienaventuranzas. Se llaman
bienaventuranzas porque Cristo mismo las llamó caminos hacia la
felicidad y porque son la fuente de la alegría espiritual, porque son
signo de elección y dan a los que las poseen una confiada
esperanza en la felicidad, es decir, en el reino de Dios.
San Pablo en su Epístola a los Gálatas dice que el fruto del
Espíritu Santo es: "Caridad, gozo, paz, longanimidad, afabilidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gal. 5, 22). El texto griego no
habla de frutos, sino de fruto del Espíritu Santo.
La Vulgata y la mayoría de los teólogos cuentan doce frutos en
lugar de los nueve de que habla el texto griego; sustituyen la nobleza
por la paciencia y longanimidad, la suavidad por la mansedumbre y
modestia y añaden el fruto de la castidad. 
SCHMAUS
TEOLOGIA DOGMATICA V
LA GRACIA DIVINA
RIALP. MADRID 1959. 221-227
........................................................................

2. 
Dentro del pueblo cristiano se ha llamado al Espíritu Santo el Dios 
"desconocido", porque son muy pocos los que se han percatado de 
su presencia. El día de Pentecostés es el día del pregón oficial de 
apertura de la Iglesia a todos los hombres sin distinción de fronteras, 
de razas, de lenguas, de religión o de cultura. Es el día de la 
"catolicidad": la salvación puesta al servicio de todos los hombres. 
Pero esto es un tema conocido de todos. Por eso hoy prefiero 
detenerme en otro tema "desconocido" o al menos olvidado por 
muchos: me refiero a los dones del Espíritu Santo. Estos se pueden 
dividir en dos grupos: los dones intelectuales de inteligencia, ciencia, 
sabiduría y consejo, los cuatro al servicio de la inteligencia del 
hombre; los dones afectivos de piedad, fortaleza y temor, auxiliares 
de la voluntad para asegurar el ejercicio perfecto de nuestras 
tendencias y apetitos.

INTELIGENCIA/DON El don de inteligencia al 
servicio de la mente humana
Este don nos hace entrar en las profundidades de Dios, nos da el 
sentido divino. Por medio de él, el hombre llega a penetrar el sentido 
de la Palabra de Dios contenida en la Revelación divina y no sólo 
nos da luz para comprender la Sagrada Escritura, sino que imparte a 
todos los hijos de Dios, según las necesidades de salud espiritual, el 
sentido de todas las lenguas que nos hablan de él: enseñanzas del 
magisterio eclesiástico, frases oídas al azar en nuestra existencia 
cotidiana, por la calle, por la radio, por la televisión... El don de 
inteligencia nos descubre el sentido profundo de los misterios de 
Dios a través de las figuras y símbolos de la liturgia y entabla un 
diálogo perpetuo entre Dios y el alma y va descubriendo la verdad 
hasta el momento de ver a Dios "cara a cara".

DON/CIENCIA  El don de ciencia como 
manifestación de la creación
El don de ciencia nos comunica la mirada de Dios sobre todas sus 
obras como fuente única de todas las bellezas del universo. La 
creciente inmensidad del cosmos que nos descubre la ciencia 
moderna y sus espacios infinitos nos revela la sabiduría, la bondad y 
el poder sin límites de Dios nuestro Padre. El don de ciencia es la 
fuerza por la que nos sentimos atraídos hacia el bien y por la que 
sentimos repugnancia hacia el mal; nos dirige hacia lo bueno y nos 
aparta de lo malo; nos enseña cómo servirse de las creaturas y cómo 
apartarse de ellas; emite un juicio infalible sobre los verdaderos y 
falsos valores y no se deja deslumbrar por el brillo efímero de las 
cosas de este mundo.

DON/SABIDURIA El don de sabiduría, la cima más alta 
del pensamiento cristiano
Todos los pueblos y culturas poseen su tipo de sabiduría, según 
las características propias de cada pueblo y cada civilización.
El don de sabiduría organiza todo el saber revelado, analiza la 
Palabra de Dios y estudia cada uno de los misterios cristianos, los 
cuales junta en una síntesis orgánica en la que todas las verdades 
hallan su sitio y se conexionan armoniosamente. Es la sabiduría que 
"Dios revela a los pequeñuelos" (/Mt/11/25), una sabiduría amorosa, 
de orden supracientífico. Mediante ella el hombre se connaturaliza 
con Dios en todos los planos del ser, del conocimiento, del amor, de 
la acción y del gozo. Bajo su luz la mirada del cristiano permanece fija 
en Dios, abarcando en su campo visual las verdades eternas y las 
contingencias de la historia.

DON/CONSEJO  El don de consejo, guía hacia 
Dios
El don de consejo tiene precisamente por fin dirigir nuestros actos 
conforme al plan eterno con que Dios gobierna el mundo. Nos 
permite entrar a formar parte de los designios de la Providencia, 
todavía entre las oscuridades de la fe, pero con todo el impulso de 
nuestro amor y con toda libertad. Siendo fieles a las inspiraciones del 
Espíritu de consejo, nos identificamos en cada uno de nuestros actos 
con la voluntad de Dios, regla suprema de toda perfección. "Yo te 
haré saber y te enseñaré el camino que debes seguir; seré tu 
consejero, y estarán mis ojos sobre ti" (Sal.32,2).

DON/PIEDAD  El don de piedad, regulador de la 
actitud del hombre con Dios y con el prójimo
El don de piedad nos impele a imprimir a todas nuestras relaciones 
con Dios y con el prójimo ese sentido filial y fraterno que debe 
regular las relaciones de los hijos de una misma familia y nos 
comunica el Espíritu de la familia de Dios.
El don de piedad nos muestra una oración de alabanza y petición; 
sentimientos admirativos y de adoración en presencia de la infinita 
grandeza de Dios; confidencias íntimas, en las que se exponen con 
sencillez a su Padre celestial sus alegrías, sus dificultades, sus 
angustias, sus tristezas, sus miserias, sus esperanzas... todo un 
mundo en el que se desenvuelve el ser humano.

DON/FORTALEZA  El don de fortaleza, fuerza y 
fundamento de la vida cristiana
En una religión fundada por un Crucificado y que comenzó a 
implantarse a través de tres siglos de persecuciones y martirios, el 
don de fortaleza juega un papel esencial. En todo cristiano debe 
darse un alma de apóstol y de mártir. En la conducta diaria de 
muchos católicos brilla por su ausencia la audacia y la magnanimidad 
necesarias para las grandes empresas. El don de fortaleza presenta 
dos tipos diferentes de comportamiento: el heroísmo de los pequeño 
y el de lo grande. El heroísmo de los pequeño despliega su fuerza en 
la fidelidad absoluta a las más humildes tareas cotidianas, a los más 
minúsculos deberes, lejos de todo raquitismo espiritual, con la regia 
libertad del amor. El heroísmo de lo pequeño lleva al heroísmo de lo 
grande, que resplandece en las grandes empresas de los que ponen 
su vida al servicio de Dios.

DON/TEMOR  El don de temor, una actitud religiosa 
fundamental
El don de temor comunica al ser humano la convicción de que Dios 
es infinitamente grande y el sentido de lo sagrado y señala además 
la dependencia de toda creatura respecto al Creador. El don de 
temor no es un temor mundano fuente de incontables capitulaciones 
por respeto humano, ambición y sensualidad, ni tampoco un temor 
servil sobre el que se basa su forma de actuar, pero sí tiene cierta 
semejanza con el temor filial: un temor a enturbiar las relaciones 
entre padre e hijo. El don de temor nos orienta hacia Dios, bien 
supremo, para considerarle como Causa vengadora del pecado que 
ofende a la majestad de Dios. Se trata, pues, de un sentimiento muy 
fuerte que nos inspira un odio al pecado y nos impulsa a alejarnos de 
él.
En el ejercicio de los dones del Espíritu Santo, el hombre piensa, 
se mueve y actúa a la manera de Dios. 
(_DABAR/82/31)

3. CIENCIA/SB/DON 
Ciencia, según San Agustín, es el conocimiento de lo pasajero, y 
sabiduría es la contemplación de lo eterno.